Agile: ¿Cuál es el mejor marco de trabajo para tu equipo de producto?
“Somos ágiles, usamos Scrum!” Esta es probablemente la frase que más escucho cuando visito equipos de producto. No todas las metodologías son iguales, y ninguna es una solución única para todos.
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“Somos ágiles, usamos Scrum!”
Esta es probablemente la frase que más escucho cuando asesoro a equipos de producto. Pero después de trabajar con más de 100 equipos y emprendedores, he aprendido que la agilidad va mucho más allá de daily standups y sprints de dos semanas.
La verdad incómoda? Muchos equipos están siguiendo metodologías que no se ajustan a sus necesidades reales.
No todas las metodologías ágiles son iguales, y ninguna es una solución única para todos. Adoptar la incorrecta puede ralentizar a tu equipo, frustrar a los stakeholders y llevar a entregas mediocres.
Para maximizar el potencial de Agile, debes elegir el enfoque que mejor se alinee con las necesidades de tu equipo, el ciclo de vida de tu producto y los objetivos estratégicos de tu organización.
En esta entrada, exploraremos marcos de trabajo ágiles, detallando sus pros y contras, y ayudándote a decidir cuál encaja mejor en tu contexto.
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La realidad de la agilidad.
Llevo más de 4 años ayudando a equipos de producto, de startups e incumbentes, desde Xtudio Biz - mi empresa de consultoría-, y he visto equipos frustrados tratando de forzar metodologías que simplemente no encajan con su contexto.
¿El resultado? …Ceremonias que se sienten como pérdida de tiempo, stakeholders insatisfechos y equipos desmotivados.
La adopción de Agile dentro de las organizaciones ha generado una desconexión evidente entre la forma en que los “agilistas” piensan sobre estas metodologías y cómo los líderes de negocio perciben las operaciones “ágiles” en el día a día.
Esta diferencia de perspectivas ha provocado expectativas desalineadas y resultados inconsistentes. Mientras los agilistas priorizan la flexibilidad, colaboración y entregas iterativas, los líderes empresariales buscan resultados tangibles alineados con los objetivos estratégicos y métricas de negocio.
Esta brecha refleja la necesidad de un mayor entendimiento mutuo y de estrategias integradas que combinen lo mejor de ambos mundos.
En la actualidad, la adopción de enfoques híbridos, que combinan metodologías ágiles con otras prácticas tradicionales, se ha convertido en una tendencia creciente.
Esta flexibilidad permite a las empresas adaptarse a contextos complejos y dinámicos, ofreciendo un modelo más realista que facilita la entrega de valor continuo al negocio. A medida que las organizaciones evolucionan, el equilibrio entre velocidad, innovación y estructura se vuelve indispensable para mantenerse competitivas.
La capacidad de traducir la agilidad en resultados concretos, como el crecimiento en ingresos, mejora de la experiencia del cliente o mayor eficiencia operativa, se ha convertido en un elemento indispensable.
Cada vez más, las organizaciones implementan prácticas Agile más allá del ámbito tecnológico. Áreas como investigación, marketing y soporte al cliente están adoptando enfoques ágiles para mejorar su colaboración, eficiencia y capacidad de respuesta.
Esta expansión demuestra que Agile no es solo “metodologías”, sino una mentalidad organizacional que puede transformar procesos y resultados en distintas partes del negocio.
Sin embargo, su implementación efectiva requiere un cambio cultural profundo y una participación activa de todos los niveles de liderazgo.
A pesar de sus beneficios, la adopción de Agile enfrenta desafíos importantes. Entre los que se destacan:
los problemas culturales,
la falta de participación del liderazgo,
la limitada comprensión de Agile por parte de los equipos de negocio y la necesidad constante de educación y formación.
Superar estas barreras implica un compromiso permanente con la transformación, donde la comunicación clara, la capacitación continua y la alineación entre equipos técnicos y de negocio juegan un rol crucial.
Solo así será posible cerrar la brecha entre la teoría ágil y las expectativas empresariales, generando resultados medibles y sostenibles.
La buena noticia? Existe una metodología adecuada para cada equipo y cada reto. La clave está en saber elegir.
¿Eres product manager, product designer, agile coach, product marketer, developer, o simplemente te gustaría conectar con otros que están viviendo lo mismo que tu?
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Marcos de trabajo y mi experiencia con ellos.
Decir que he trabajado con todas todas las metodologías, sería mentiroso…pero además innecesario.
Sin embargo sí he trabajado con varios de los marcos de trabajo ágiles, así que aquí vamos a recorrerlos y a contarte desde mi experiencia cuando podria funcionar o no.
1. Scrum: El clásico.
Ideal para: Equipos de 5-9 personas con productos en evolución constante
Mi experiencia: En Mensajeros Urbanos y Movii, usábamos Scrum para el desarrollo de nuevos productos y evolución de los que ya estaban en funcionamiento; los requerimientos cambiaban frecuentemente, pero además necesitabamos evolucionar el producto de manera acelerada y en simultanea en más de 40 ciudades entre Colombia y México.
✅ Cuándo usarla:
Tienes un equipo dedicado y con los roles necesarios (producto, ingeniería, diseño, agile masters, etc.)
Tu producto evoluciona rápidamente
Necesitas entregas frecuentes
Cuentas con el presupuesto suficiente para estructurar los equipos.
❌ Cuándo evitarla:
Equipos muy pequeños
Proyectos muy estables o de mantenimiento…de hecho si le llamas proyecto a tu producto… ya vas mal jeje.
Cuando no puedes garantizar sprints sin interrupciones
Cuándo tu desarrollo está tercerizado
💡 Tip de implementación: Comienza con sprints más largos (3 semanas) y ajusta según el ritmo del equipo. Cuándo intentas forzar el proceso, generalmente sale mal.
2. Kanban: Flujo continuo para equipos maduros
Ideal para: Equipos de negocio, soporte, servicio, mantenimiento, entre otros.
Mi experiencia: En Kushki, el unicornio paytech de Latam, tuve el reto de liderar el area de Product Marketing en la región… eso traduce definir la propuesta de valor para cada mercado en el que estábamos y relanzar el producto que estaba en un pivote de ser pasarela de pagos a convertirse en infraestructura de pagos.
El desafío de trabajar en PMM, es que tienes ambos componentes en tu rol: producto y marketing, pero al final no eres ni lo uno ni lo otro.
Justo ahi fue donde nos hizo sentido diseñar una metodología basada en Kanban, para gestionar todos nuestros “tracks” de trabajo por país, producto, vertical, etc…
✅ Cuándo usarla:
Flujo de trabajo impredecible o tracks simultaneos
Necesitas re-priorización constante
Equipo maduro o senior, con buena autodisciplina
❌ Cuándo evitarla:
Necesitas fechas fijas de entrega
Equipo muy junior que necesita más estructura y supervisión
Stakeholders requieren predictibilidad alta
💡 Tip: Comienza con límites de “work in progress” generosos y ajusta gradualmente de acuerdo a la velocidad de tu equipo y la complejidad de las tareas.
3. Extreme Programming (XP): Excelencia técnica en acción
Descripción: XP prioriza prácticas como la programación en pares y el desarrollo guiado por pruebas (TDD), buscando entregas frecuentes y adaptabilidad.
Mi Experiencia: Uno de los proyectos que lideré hace unos años fue con Spotify; ellos son un ejemplo de empresa que adoptó principios de XP en su cultura de desarrollo en algunos equipos (Spotify por definición es súper flexible para que los equipos definan sus formas de trabajo alineados con los principios ágiles). Utilizan la práctica de “pair programming” y pruebas automatizadas para mantener la calidad del código.
✅ Cuándo usarla:
Se necesita asegurar alta calidad del código o el producto tiene un nivel técnico alto.
Feedback constante gracias a iteraciones cortas.
Los equipos tienen la madurez para manejar retroalimentación, colaboración y el conocimiento compartido.
❌ Cuándo evitarla:
No se cuenta con equipos senior.
Alta demanda de involucramiento del cliente.
No es ideal para equipos grandes, ideal celulas de trabajo.
4. Scaled Agile Framework (SAFe): Agilidad a gran escala
Descripción: SAFe proporciona un marco para escalar Agile en organizaciones grandes, integrando principios Lean y Agile.
Ideal para: Organizaciones grandes con múltiples equipos de producto Experiencia personal: Lo vi funcionar en grandes bancos y en algunas corporaciones en Estados Unidos, requiere compromiso total de la organización y un nivel de estructuración que demanda recursos.
✅ Cuándo usarla:
+50 personas en desarrollo
Necesitas coordinación entre equipos
Tienes recursos para la implementación
Ideal para proyectos grandes y complejos.
Fomenta la colaboración entre equipos y departamentos.
Apoya la entrega continua de valor.
❌ Cuándo evitarla:
Startups o equipos pequeños
Necesitas agilidad extrema
Presupuesto limitado
Complejo, requiere inversión significativa.
Rígido para equipos pequeños.
💡 Tip: Comienza con Essential SAFe y escala según necesidad.
5. Dual-Track agile: El enfoque del descubrimiento Continuo
Ideal para: Productos digitales en fase temprana o expansión
Mi experiencia: En Huge Inc. implementamos este enfoque para clientes como Google o M&Ms, que necesitaban validar rápidamente nuevas funcionalidades
✅ Cuándo usarla:
Tienes un equipo de producto completo (PM, UX, Dev)
Necesitas validación constante de hipótesis
Mercado muy competitivo o cambiante
❌ Cuándo evitarla:
Equipos pequeños sin roles dedicados
Productos muy maduros o estables
Cuando no puedes dedicar recursos a investigación
💡 Tip: Mantén los tracks sincronizados con weekly syncs entre PM y Tech Lead.
6. Hybrid Agile: Cuando la Estructura Importa
Ideal para: Empresas en transición o industrias reguladas
Caso real: En el sector fintech (Kushki/Movii), combinábamos sprints ágiles con gates regulatorios.
✅ Cuándo usarla:
Necesitas cumplir regulaciones estrictas
Transición gradual hacia agilidad
Stakeholders tradicionales
❌ Cuándo evitarla:
Startups early stage
Cuando necesitas máxima velocidad
Equipos muy pequeños
💡 Tip: Define claramente qué partes del proceso son ágiles y cuáles requieren estructura tradicional.
Comparación de marcos de trabajo.
Aquí te dejo una recopilación de los diferentes marcos de trabajo, su definición, ventajas y desventajas, y un concepto general de cuando se puede usar o no.
Cómo elegir el marco de trabajo correcto.
Después de años asesorando equipos, he identificado algunos factores que permiten tomar la decisión de con cuál marco de trabajo podria agregar más valor.
Lo primero, en mi concepto, es que analices el estado de madurez ágil de tu empresa o equipo. Yo suelo usar un framework sencillo basado en una entrevista a cada miembro del equipo para entender su percepción y experiencia con la agilidad, si esto es algo que te interesa conocer, busca un espacio aquí y conversemos sobre tu reto.
Teniendo clara tu madurez ágil, es importante que revises estos factores:
Tamaño del equipo
< 5 personas → Kanban o Hybrid
5-9 personas → Scrum o Dual-Track
10 personas → SAFe o metodologías escaladas
Madurez del producto
MVP o validación → Dual-Track
Crecimiento → Scrum
Mantenimiento → Kanban
Contexto organizacional
Startup → Dual-Track, Scrum modificado, Kanban
Enterprise → Hybrid o SAFe
Scaleup → Scrum escalado o SAFe light
Cada metodología Agile tiene un contexto ideal de aplicación, así como situaciones donde podría ser ineficaz o contraproducente.
Al tomar una decisión:
Evalúa tu equipo y tu proyecto: Considera tamaño del equipo, experiencia, industria y complejidad del producto.
Adapta y personaliza: No te limites a seguir una metodología de forma rígida. Combina elementos si eso potencia tu flujo de trabajo.
Enfócate en los resultados: La meta final es entregar valor de manera rápida, eficiente y alineada con los objetivos del negocio.
Recuerda, Agile no es el fin, es un medio para que tu equipo colabore mejor, aprenda constantemente y entregue productos que realmente impacten a tus usuarios.
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Nos leemos pronto.