¿Cual IA debería usar?
En 2022 era sencillo, solo había una IA. Ahora todas las semanas hay un nuevo modelo, una nueva funcionalidad, una nueva integración...en fin, aquí va mi análisis para evitarte dolores de cabeza.
Esta entrada es traída a ti gracias a:
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Hola! como cada semana, escribo sobre temas en la intersección de productos digitales, tecnología, y emprendimiento, compartiendo mis experiencias en este viaje digital.
Acá están algunos de los más recientes artículos que puede que te hayas perdido:
La llegada de Claude 4: blackmail a desarrolladores y un modelo potente.
¿Cómo uso IA? Prototipo ideas en tiempo récord.
El futuro de crear: IA, solo-founders y lo que viene.
NotebookLM: Guía definitiva 2025 [Casos Prácticos]
En una de mis reuniones con el equipo de producto de uno de mis clientes, empezamos a conversar sobre inteligencia artificial.
Casi todos en la mesa la usamos para algo, profesional o personal, pero los niveles de uso en general eran altos. Sin embargo uno de ellos en algún momento dijo algo que me quedó sonando en la cabeza:
“Yo a veces me siento abrumado, hay cientos de herramientas, y nos bombardean con información nueva permanentemente, a veces no se cuál es, de verdad, la que debería usar”
Esto resonó tanto conmigo, que decidí escribir esta entrada para tratar de ayudar un poco en ese dilema, como siempre desde mi experiencia.
¿TL;DR? Escucha aquí la entrada comentada (Te enseño a hacerlo con IA aquí):
El sistema importa más que el modelo
Durante los últimos años, elegir una herramienta de inteligencia artificial era una cuestión técnica: comparar qué modelo era más inteligente, más rápido o más preciso.
Pero ese enfoque ya no es suficiente.
El verdadero diferencial hoy no está solo en el modelo, sino en el sistema que lo rodea: su interfaz, sus capacidades de integración, su experiencia de usuario, y sobre todo, su potencial para convertirse en una herramienta integral de trabajo.
Tres opciones ganadoras (a mi juicio)
Si estás pensando en incorporar la IA de manera seria a tu día a día profesional, hay tres plataformas que merecen tu atención:
Claude (de Anthropic)
ChatGPT (de OpenAI)
Gemini (de Google).
Son robustas, versátiles y están evolucionando rápidamente.
Cada una ofrece acceso a modelos potentes, con capacidades para leer documentos e imágenes, mantener conversaciones por voz, programar, generar imágenes y en algunos casos hasta videos (tal vez Claude es el menos potente en creación de imagenes y video).
El precio ronda los USD 20 al mes por la versión premium, que es la que realmente vale la pena si quieres resultados de nivel profesional. Con cualquiera de estas opciones estarás bien cubierto, pero más adelante exploraremos qué las diferencia.
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Otras alternativas (y por qué no comenzar con ellas)
Existen otras opciones interesantes, como Perplexity (Lee aquí mi entrada ¿Cómo uso Perplexity.AI como persona de producto?), que es particularmente buena en búsquedas; Grok, integrada en X (antes Twitter); o Copilot de Microsoft, que ofrece funcionalidades similares pero con poca transparencia sobre qué modelo está activo.
Incluso hay modelos como DeepSeek, provenientes del ecosistema chino, que sorprenden por su potencia gratuita.
Sin embargo, si lo que quieres es consistencia, soporte, y un ecosistema confiable para trabajar, Claude (Lee aquí mi entrada Claude AI: La guía definitiva para usarlo en tu día a día.), Gemini y ChatGPT siguen siendo las elecciones más recomendables.
Usar bien la IA importa más que elegirla bien
Elegir el sistema correcto es solo el primer paso.
Lo que realmente separa a los usuarios promedio de los que logran resultados extraordinarios es cómo usan la herramienta (en gran parte por eso lancé ¿Cómo uso la IA? mi nueva publicación mensual aquí en Un viaje digital).
La mayoría interactúa con la IA como si fuera Google: hacen una pregunta rápida, reciben una respuesta y siguen con su día.
Pero estas plataformas ofrecen muchísimo más, y entender cómo sacar provecho de sus funciones más avanzadas puede marcar una diferencia radical en tu productividad, creatividad y toma de decisiones.
A principios de Junio me crucé con este tweet de Reid Hoffman, fundador de Linkedin:
Y creo que tiene razón.
La metáfora del 3–5% no es sobre biología, es sobre subutilización. Nos recuerda que tenemos acceso a una herramienta poderosa (IA), pero apenas estamos explorando la superficie.
No habla de prompts como comandos técnicos, sino como una extensión de cómo pensamos, estructuramos problemas y articulamos soluciones.
La pregunta “¿cómo estás prompteando?” equivale a preguntar:
¿Cómo piensas?
¿Cómo lideras o direccionas?
¿Con qué criterio defines lo que pides?
Cada prompt que lanzas es un espejo de cómo piensas ¿Tienes claridad? ¿Tienes visión? ¿Sabes qué estás resolviendo y por qué?
La mayoría está usando IA como una extensión de su urgencia, pero pocos la están usando como una extensión de su pensamiento estratégico.
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Claves para avanzar del uso casual al dominio real
Elegir el modelo adecuado
Dentro de cada plataforma vas a encontrar distintos niveles de modelo.
Por lo general, hay un modelo rápido, pensado para conversaciones ligeras; un modelo potente, diseñado para tareas complejas; y en algunos casos, un modelo ultrapotente, reservado para proyectos especialmente exigentes.
Saber cuál estás usando importa.
Muchas veces, la configuración por defecto prioriza velocidad y ahorro de recursos, activando el modelo más básico. Por eso es clave que revises manualmente qué modelo estás usando en cada sesión.
Mi consejo: para tareas simples, está bien usar los modelos rápidos. Pero si estás escribiendo, investigando o programando, pasa siempre al modelo potente. Es ahí donde la diferencia de calidad se vuelve evidente.
Configurar tu privacidad
Otro aspecto fundamental es cómo cada sistema maneja tus datos.
Claude tiene una política clara: no usa tus interacciones para entrenar sus modelos.
ChatGPT y Gemini sí podrían hacerlo, salvo que estés en una cuenta empresarial o educativa.
Afortunadamente, en ChatGPT puedes desactivar esta opción sin perder funcionalidades. En Gemini también es posible, aunque algunas características podrían dejar de estar disponibles.
Además, vale la pena explorar la función de "memoria" en ChatGPT, que permite recordar información relevante sobre ti para futuras conversaciones. Es prometedora, aunque todavía un poco inestable en su ejecución.
Funciones que redefinen el trabajo con IA
Deep Research o Investigación profunda
Una de las capacidades más infravaloradas es la de generar reportes de investigación.
Estas herramientas no solo sintetizan información, sino que pueden producir análisis completos, con estructura lógica, tono profesional y, en muchos casos, citas verificables. Desde un informe de mercado (en mi entrada sobre Claude, encuentras varios casos de uso similares) hasta una guía de compra personalizada, el límite está en tu capacidad de plantear una buena pregunta.
En Gemini, por ejemplo, puedes transformar estos reportes en otros formatos como infografías, quizzes o incluso podcasts. Esto permite adaptar la información a distintos contextos y públicos, con un solo clic.
Modo voz y visión multimodal
Hablarle a la IA ya no es novedad.
Pero lo interesante no es solo la voz, sino lo que la IA puede ver.
ChatGPT y Gemini permiten usar la cámara del celular o compartir la pantalla, lo que abre posibilidades enormes: puedes mostrarle una receta, un error en tu computadora, una ecuación escrita a mano o un objeto desconocido. La IA lo ve y responde en tiempo real, convirtiéndose en un verdadero copiloto para el mundo físico.
Esta funcionalidad es particularmente útil para resolver problemas sobre la marcha, cuando estás cocinando, manejando, o incluso caminando por la calle. Todavía pocos usuarios la aprovechan como podrían.
Generación de contenido más allá del texto
Hoy, ChatGPT y Gemini pueden generar imágenes con un nivel de detalle impresionante.
ChatGPT permite mayor control sobre estilo y composición, mientras que Gemini ofrece opciones creativas más automatizadas.
En video, Gemini está un paso adelante con su herramienta Veo, que permite generar clips a partir de descripciones textuales.
Pero quizás lo más transformador es su capacidad para crear aplicaciones interactivas, dashboards y simulaciones directamente desde una conversación. Esto convierte a estas plataformas en verdaderos entornos de creación digital.
Por ejemplo, recientemente Claude lanzó una funcionalidad llamada “Artifacts” que permite construir diferentes tipos de aplicaciones desde sitios web hasta juegos, y varias más!!!
En el panel de opciones al lado izquierdo, encuentras la opción “Artefactos”, una vez ingresas verás algunos artefactos que pueden servirte de inspiración y en la parte superior izquierda encuentras el call to action para crear el tuyo propio.
Una vez das click en “nuevo artefacto”, Claude te muestra las categorias de aplicaciones que puedes crear:
Entonces, me puse a “jugar” un rato y cree dos artefactos: un juego en pixel art y un tracker para espacios de trabajo y productividad basado en la técnica pomodoro y estos fueron los resultados:
Juego en Pixel Art:
Primero seleccioné la categoría juegos, allí Claude me hizo estas tres preguntas:
Mi prompt de respuesta fue:
Quiero crear un juego en donde el personaje corra y tenga que superar obstaculos
Y a partir de allí empezamos una conversación en dónde me preguntó sobre el tipo de personaje que quería, los obstaculos que queria que superara, como me imaginaba los controles del teclado para manejar el juego, y cual era el estilo visual que quería.
Mi respuesta fue:
Personaje tipo mario bros, quiero que supere obstaculos urbanos, los controles que propones estan bien, pixel art
Y allí ideo un juego sencillo, pero absolutamente funcional:
Seguro puedo seguir evolucionando el juego y añadiendo caracteristicas, pero es increíble como en menos de 5 minutos tengo un juego completamente funcional, un prototipo que podría testear con usuarios reales.
Acá te dejo el link al juego por si estás sin nada que hacer jeje.
Pomodoro Tracker
En algunas ocasiones me gusta usar la técnica pomodoro para completar tareas de manera rápida y tener una especie de presión sana para aprovechar el tiempo.
Entonces construí un tracker de pomodoro, que me permite medir los espacios de trabajo de 25 minutos y recibir insights sobre dichos espacios y el tipo de trabajo.
Esta vez seleccioné sitio o aplicación web y mi prompt fue:
I want to create an AI app to track my pomodoro productivity spaces
A lo que claude respondió:
Y a partir de allí construyó un tracker basado en esta especificación (que también construyo la IA):
El resultado fue, al igual que con el juego, impresionante. En minutos tenia una app que lleva el tiempo de los espacios de pomodoro:
Acá el link al tracker or si te sirve algun día.
Principios para trabajar mejor con IA
Dale contexto, no comandos
Ya no hace falta hablarle a la IA como si fuera un robot, de hecho existe una corriente de expertos entre ellos Sander Schulhoff, fundador de Learn Prompting, que aseguran que los modelos actuales ya no necesitan asumnir un rol especifico como antes, cuando les pedíamos que actuaran como “expertos en producto” “expertos copy writers” en fin. Pero sí necesitan contexto… buen contexto.
Cuanto más completa sea la información que le das (archivos, antecedentes, objetivos) más útil será la respuesta.
Piensa en la IA como un colaborador que se incorpora a tu equipo: necesita entender el proyecto antes de aportar.
Explora a fondo: pide más, itera más
No te limites a pedir una única respuesta. La IA no se cansa, salvo en algunos casos, como Claude que tiene ventanas de conversación limitadas.
Pide 50 ideas en vez de 10.
Luego selecciona las que te sirvan y pidele que profundice. Además, aprovecha la opción de crear "ramas" a partir de una respuesta: edita el prompt, explora una variante, compara resultados. Esa es la mejor forma de encontrar ideas no obvias.
Huye del piloto automático
La mayoría de usuarios sigue usando estas herramientas como un buscador glorificado. No seas uno más.
Aprovecha sus funciones especiales. Aprende a pedir documentos estructurados, diseños visuales, prototipos de código.
¡Ahora lánzate!
Elige una de las tres plataformas y suscribite al plan profesional.
Luego, realiza tres experimentos concretos con tu trabajo real:
Plantea un problema complejo y resuelvelo usando el modelo más potente disponible, inlcuso atrevete a prototipar una solución.
Solicita un reporte de investigación sobre un tema relevante para tu industria.
Usa el modo voz mientras caminás o haces otra tarea, para ver qué tan bien puede acompañarte.
Con esto no solo estarás aprendiendo a usar una herramienta. Estás entrenando una nueva forma de pensar, más potente, más conectada, más capaz.
Porque la inteligencia artificial no reemplaza tu criterio. Lo expande. Pero solo si sabes cómo trabajar con ella.
Déjame tus experimentos en los comentarios. Tengo curiosidad por ver los resultados.
Gracias por leer.
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Nos leemos la próxima semana.
Oscar Durán - @duranoscarf en instagram, X y Linkedin
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